Memorias por: David Lara.
En el texto de Bolívar Echeverría expuesto hace relación a los estudios realizados en Latinoamérica, la primera duda que sale es si en nuestro continente se están realizando investigación o se está “filosofando” basados en lo que viene de Europa y su basta escuela o si por el contrario tratamos de salir de esa influencia y practicar una ciencia social moderna.
Basados en nuestro bagaje cultural heredado de nuestros ancestros se analizan los conceptos del mestizaje cultural y el ethos barroco que lo nombra Echeverría en este libro y que contribuye en su aportación teórica al pensamiento universal para analizar las distintas expresiones que existen de la modernidad en la actual forma social y su predominio en ciertos aspectos con la cultura europea, eso es lo que quiere rescatar el autor.
En la cuestión del mestizaje cultural, él manifiesta que se está tratando de apartar de esas entidades sociales que han predominado y por ello afirma que basarse en ese mestizaje tiene un sentido de modernidad al contrario de su negación que tendría un sentido premoderno. Sin modernidad la sociedad se ha vuelto inconsistente, la crisis lo encuentra en el proceso capitalista. Además que existe una modernidad postcapitalista y se remite a weber.
El problema cultural del mestizaje se habla constantemente en América Latina, el barroco latinoamericano funciona en ciertos lugares y no en otros, pero en los años 30,40,50 y 60 los problemas económicos no dejaron que se hable de lo cultural.
Lo barroco es en si una cultura en general, difícil de interpretar la crisis en que vivimos, se la identifica como una crisis civilizatoria.
Ya enmarcados en esto se nombra al ethos (palabra tomada de Weber) dentro de la modernidad en el cual es una manera singular de vivir con el capitalismo, el ethos como un término ambiguo que combina varias cosas y como un recurso ofensivo con el concepto social estructural como un principio de construcción del mundo de la vida.
Echeverría identifica cuatro ethos: el realista, el romántico, el clásico y el barroco, estos cuatro ofrecerían diferentes posibilidades de vivir en el mundo capitalista, ya sea involucrándose o tratar de apartarse con las características de cada etho.
Características de cada Etho.
Ethos realista: Identificación afirmativa y es militante que además tiene la pretensión de creatividad que tiene la acumulación del capital.
Ethos romántico: Cambia la idea del capitalismo en su manera de naturalizarlo. Además niega también la tendencia hacia la destrucción de los valores de uso.
Ethos clásico: Como un mal inevitable que acepta una generalidad existente, como de por sí dado al que hay que adaptarse. Mantiene cosas modernas del capitalismo del que no quiere hacer alarde.
Ethos barroco: No esta destacado del clásico, se trata de una afirmación que restablece la vida en la modernidad capitalista, es una combinación paradójica. Rescata el valor de uso por medio de su propia destrucción. Este ethos vuelve vida al valor de uso más allá del valor simbólico que puedan tener, mezcla de estilos basados en la funcionalidad.
Tiene la capacidad de combinar y mezclar elementos que desde un punto de visto serio no podrían estar juntos, combinados o mezclados.
El barroco es una teoría estética y esta ligada a países latinos lo degradado del barroco es el rococó, según Echeverría es el miedo, el terror al vacío.
En América es la expresión latinoamericana el barroco, la teorización del barroco por autores cubanos que teorizaron e hicieron teoría barroca.
Quiere establecer el barroco como un proyecto cultural basado en Weber y Habermas y propone que el mundo moderno esta plagado de un mundo capitalista.
En todo lo expuesto la discusión se centralizó en el argumento de Echeverría en decir que el ethos barroco es una expresión de otro tipo de modernidad que coincide con otra forma de ethos moderno.
Además de ello se afirmó que todos somos barrocos en la manera de vivir con nuestras actividades diarias, por ejemplo en el uso que le damos a los envases de café que una vez vaciado su contenido luego les hacemos vasos o un envase de margarina que luego la utilizamos para poner una planta. Sería una forma de dar un posterior uso a cosas que en la práctica ya cumplieron su función.
También tenemos esa lógica de preservar o alargar el valor de uso de ciertas cosas, como por ejemplo no quitar el plástico de los asientos de los autos nuevos luego de cinco meses de haber adquirido el bien. Así entre otros ejemplos que tiende a destruir el valor de uso.
Pero el debate se centralizó en este aspecto porque hay personas que realizan este tipo de prácticas sin saber que están siendo barrocas y quizás nosotros/as por tener ese conocimiento lo identificamos, pero los demás lo realizan basados en una situación económico.
La carencia económica le da un valor de sentido al valor de uso, hace refuncionalizar los objetos. La existencia del valor de uso y cambio puede ser reconocida y negada por razones culturales, ideológicas y psicológicas.
Esa quizás sea la debilidad de Echeverría, la exaltación del gusto sin los conflictos económicos.
martes, 5 de enero de 2010
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